La segunda naturaleza
—2019
"La segunda naturaleza" (2019) es una composición para violoncello preparado, amplificado y expandido dedicada a Violeta García. Estrenada en diciembre del 2019 en cheLA, Buenos Aires, Argentina.
Violoncello: Violeta García
Cámaras: Carla Melo y Rodrigo García
Edición: Violeta García
Mezcla de audio: Carlos Quebrada
"La segunda naturaleza" (2019) is a composition for cello prepared, amplified and expanded dedicated to Violeta García. Premiered in December 2019 at cheLA, Buenos Aires, Argentina.
Cello: Violeta García
Cameras: Carla Melo and Rodrigo García
Edition: Violeta García
Audio Mix: Carlos Quebrada
SOBRE LA OBRA. ABOUT THE WORK
UNO
Antes de cualquier técnica de almacenamiento el cuerpo era el soporte de la memoria.
Nuestros ancestros no leían papeles, leían el cuerpo. El uso de las piedras fue una de las
primeras tecnologías. Entonces calculamos, la palabra cálculo es sinónimo de piedra. La
digitalización nació con nuestros dedos; los diez dígitos de las manos. La lógica de lo digital
previene del alfabeto. La naturaleza humana no cambia, solo nuestra tecnología lo hace. Cada
nueva tecnología nos permite aprender algo nuevo sobre nosotros. La palabra escrita fue otra
de las revoluciones tecnológicas. Las palabras dieron lugar a las bibliotecas y los archivos. Hoy
esos son los catálogos del pasado. La Red de Internet funciona como el archivo del presente.
Como humanos descubrimos un nuevo mundo: el ciberespacio. Si en un momento la
información era transferida mayormente con palabras hoy circula especialmente a partir de
imágenes: las imágenes técnicas. Estas imágenes son superficies construidas por puntos,
como los puntos en las costuras o los antiguos telares. Estos puntos están organizados por un
código, una serie de instrucciones que funcionan como partitura. Los humanos escriben y las
máquinas interpretan. Las máquinas tienen un funcionamiento programado. Aleatoriedad en
combinaciones casi infinitas. Entonces tenemos accidentes programados. Las fallas de los
aparatos auditivos humanos dan lugar a nuevos sonidos. Superposiciones que son el resultado
de nuestra percepción alterada. El sentido del oído recibe más información del cerebro que del
aparato auditivo. Existe un sistema, una estructura organizada que tiene una función. Un
sistema siempre tiene un objetivo, una función que lo estructura. Pero en este caso la función
no es lineal o literal.
DOS
Capas de traducciones modifican al instrumento generando un dispositivo que a partir de un
código, o serie de instrucciones, permite generar superficies sonoras imaginarias. La primer
capa de estas transformaciones es más tradicional y se da a partir de la afinación y la
preparación del instrumento con objetos de metal (barras y pinzas). La segunda capa está
dada por dos micrófonos electromagnéticos construidos especialmente; cada uno de estos
micrófonos está colocado debajo de las cuerdas, sobre el puente, y amplifican las vibraciones
de los objetos metálicos. El primer micrófono toma la actividad de las cuerdas I y II; el otro el
de las cuerdas III y IV. La señal de cada uno de estos micrófonos se procesa por pedales que
permiten grabar y loopear. Otra capa de modificación se da sobre la señal de estos micrófonos
que es reproducida a través de dos transductores que hacen vibrar y resonar los parches de
dos redoblantes. Los redoblantes funcionan como si fueran el cono de un amplificador y
amplían la sensación espacial de stereo a partir de su ubicación. Uno está ubicado a la
izquierda del instrumentista y resuena con las cuerdas I y II; el otro está ubicado a la derecha y
resuena con las cuerdas III y IV. Así, el intérprete tiene la posibilidad de modificar el sonido
grabado a partir de la manipulación de los redoblantes, que funcionan como un filtro natural,
poniendo o sacando la bordona, tocando el parche, etc.
Una vez terminado el diseño del dispositivo se trabajó en ensayos en colaboración con Violeta
aprovechando sus búsquedas personales estéticas como un material más de la obra.
Trabajando en el límite entre la composición escrita y la improvisación libre se desarrolló una
partitura/código: una serie de instrucciones que ordenan, a partir de un cronómetro, la polifonía
entre el instrumento acústico, su amplificación y la reproducción en los redoblantes. La obra
tiene una duración total de 9 minutos y está dividida en dos partes. Una primer parte, más
acústica, trabaja con el cello preparado y las resonancias en los redoblantes sin bordona.
Mientras sucede se van grabando fragmentos en las looperas generando material para el
próximo movimiento. En la segunda parte, más electrónica, se trabaja con el material generado
modificando el registro a partir del on/off de los pedales y con la modificación de los filtros
acústicos con el movimiento de los transductores, las bordonas y los redoblantes.
TRES
Entonces podemos escuchar solo el reflejo, o la resonancia, de un apilamiento de traducciones
mediadas por la intérprete y nuestros aparatos de percepción. La partitura funciona como un
código de instrucciones que da lugar a los accidentes programados. Si la primer parte trabaja
sobre lo acústico y lo real, en la segunda aparece lo electrónico y lo virtual, ese espacio donde
nos relacionamos con nuestra segunda naturaleza: la Internet.
LUGAR. PLACE
Espacio cheLA, Colectivo Hipermediático.
Buenos Aires, Argentina.
La segunda naturaleza
—2019
"La segunda naturaleza" (2019) es una composición para violoncello preparado, amplificado y expandido dedicada a Violeta García. Estrenada en diciembre del 2019 en cheLA, Buenos Aires, Argentina.
Violoncello: Violeta García
Cámaras: Carla Melo y Rodrigo García
Edición: Violeta García
Mezcla de audio: Carlos Quebrada
"La segunda naturaleza" (2019) is a composition for cello prepared, amplified and expanded dedicated to Violeta García. Premiered in December 2019 at cheLA, Buenos Aires, Argentina.
Cello: Violeta García
Cameras: Carla Melo and Rodrigo García
Edition: Violeta García
Audio Mix: Carlos Quebrada
SOBRE LA OBRA. ABOUT THE WORK
UNO
Antes de cualquier técnica de almacenamiento el cuerpo era el soporte de la memoria.
Nuestros ancestros no leían papeles, leían el cuerpo. El uso de las piedras fue una de las
primeras tecnologías. Entonces calculamos, la palabra cálculo es sinónimo de piedra. La
digitalización nació con nuestros dedos; los diez dígitos de las manos. La lógica de lo digital
previene del alfabeto. La naturaleza humana no cambia, solo nuestra tecnología lo hace. Cada
nueva tecnología nos permite aprender algo nuevo sobre nosotros. La palabra escrita fue otra
de las revoluciones tecnológicas. Las palabras dieron lugar a las bibliotecas y los archivos. Hoy
esos son los catálogos del pasado. La Red de Internet funciona como el archivo del presente.
Como humanos descubrimos un nuevo mundo: el ciberespacio. Si en un momento la
información era transferida mayormente con palabras hoy circula especialmente a partir de
imágenes: las imágenes técnicas. Estas imágenes son superficies construidas por puntos,
como los puntos en las costuras o los antiguos telares. Estos puntos están organizados por un
código, una serie de instrucciones que funcionan como partitura. Los humanos escriben y las
máquinas interpretan. Las máquinas tienen un funcionamiento programado. Aleatoriedad en
combinaciones casi infinitas. Entonces tenemos accidentes programados. Las fallas de los
aparatos auditivos humanos dan lugar a nuevos sonidos. Superposiciones que son el resultado
de nuestra percepción alterada. El sentido del oído recibe más información del cerebro que del
aparato auditivo. Existe un sistema, una estructura organizada que tiene una función. Un
sistema siempre tiene un objetivo, una función que lo estructura. Pero en este caso la función
no es lineal o literal.
DOS
Capas de traducciones modifican al instrumento generando un dispositivo que a partir de un
código, o serie de instrucciones, permite generar superficies sonoras imaginarias. La primer
capa de estas transformaciones es más tradicional y se da a partir de la afinación y la
preparación del instrumento con objetos de metal (barras y pinzas). La segunda capa está
dada por dos micrófonos electromagnéticos construidos especialmente; cada uno de estos
micrófonos está colocado debajo de las cuerdas, sobre el puente, y amplifican las vibraciones
de los objetos metálicos. El primer micrófono toma la actividad de las cuerdas I y II; el otro el
de las cuerdas III y IV. La señal de cada uno de estos micrófonos se procesa por pedales que
permiten grabar y loopear. Otra capa de modificación se da sobre la señal de estos micrófonos
que es reproducida a través de dos transductores que hacen vibrar y resonar los parches de
dos redoblantes. Los redoblantes funcionan como si fueran el cono de un amplificador y
amplían la sensación espacial de stereo a partir de su ubicación. Uno está ubicado a la
izquierda del instrumentista y resuena con las cuerdas I y II; el otro está ubicado a la derecha y
resuena con las cuerdas III y IV. Así, el intérprete tiene la posibilidad de modificar el sonido
grabado a partir de la manipulación de los redoblantes, que funcionan como un filtro natural,
poniendo o sacando la bordona, tocando el parche, etc.
Una vez terminado el diseño del dispositivo se trabajó en ensayos en colaboración con Violeta
aprovechando sus búsquedas personales estéticas como un material más de la obra.
Trabajando en el límite entre la composición escrita y la improvisación libre se desarrolló una
partitura/código: una serie de instrucciones que ordenan, a partir de un cronómetro, la polifonía
entre el instrumento acústico, su amplificación y la reproducción en los redoblantes. La obra
tiene una duración total de 9 minutos y está dividida en dos partes. Una primer parte, más
acústica, trabaja con el cello preparado y las resonancias en los redoblantes sin bordona.
Mientras sucede se van grabando fragmentos en las looperas generando material para el
próximo movimiento. En la segunda parte, más electrónica, se trabaja con el material generado
modificando el registro a partir del on/off de los pedales y con la modificación de los filtros
acústicos con el movimiento de los transductores, las bordonas y los redoblantes.
TRES
Entonces podemos escuchar solo el reflejo, o la resonancia, de un apilamiento de traducciones
mediadas por la intérprete y nuestros aparatos de percepción. La partitura funciona como un
código de instrucciones que da lugar a los accidentes programados. Si la primer parte trabaja
sobre lo acústico y lo real, en la segunda aparece lo electrónico y lo virtual, ese espacio donde
nos relacionamos con nuestra segunda naturaleza: la Internet.
LUGAR. PLACE
Espacio cheLA, Colectivo Hipermediático.
Buenos Aires, Argentina.