Sobre "La estructura inerte" — Tatiana Mazú González
“Julián me dijo que no sabe nada de animé ni de ciencia ficción, pero montó una distopía retrofuturista. No sé si fue porque había pasado todo el día pegada a la cama llorando, pero cuando me encontré con "La estructura inerte" se terminó de desmoronar el mundo.
La voz reverberada de los veinticuatro relatos oníricos amontonados se parecía bastante a un malflash de pepa o a lo que describía mi hermana que oía al dormir estas noches en el hospital, bajo los efectos del tramadol. Es inerte lo que no tiene vida, pero también lo es lo que permanece en pie a pesar de todo, como el pensamiento humano y sus textualidades - a pesar de los bosques incendiados, de los escombros, de la devastación -. Una masa de pensamiento enunciado resonando entre graves intensos, abriéndose paso eléctrico entre las grietas de tierra yerma. Acercarse a esos parlantitos negros - como residuos, como cucarachas espaciales de la memoria - para intentar entender algo, para recuperar algún sentido posible, un puñado de palabras que nos devuelva las ganas de fabricar refugios con vidrio.”
Julián told me that he knows nothing about anime nor science fiction, but he mounted a retrofuturistic dystopia. I don’t know if it was because I was crying next to the bed all day, but when I met with “la estructura inerte” my world ended falling apart.
the reverberated voice of the twenty four dream tales put together looked a lot like a bad lsd trip or what my sister described that she heard these nights in the hospital, under the effects of tramadol. it is inert what does not have life, but also what stands despite everything, like human thinking and its textualities - despite the burning forests, the debris, the devastation -. an enunciated thinking mass resonating between intense bass, electrically breaking through the cracks of wasteland. getting close to those little black speakers - as waste, as spatial cockroaches of memory - trying to understand something, to recover a possible meaning, a bunch of words that give us willing to build glass shelters back.
Tatiana Mazú González