Atractor extraño / Paloma Violeta — 2019
Texto de sala para la instalación "Atractor extraño" de Paloma Violeta.
Text for the installation "Strange Atractor" by Paloma Violeta.
El atractor extraño
A veces dicen que el ser humano nació de y en los bosques. Colectivos de árboles que emiten
algunos sonidos que, como humanos, no podemos oír. O por lo menos no con nuestros
aparatos auditivos. Aunque hace poco descubrieron que de alguna forma, todavía no sé sabe
bien como, si los escuchamos. La clave de esa forma está en el cuerpo. Hicieron experimentos
donde reproducían estas frecuencias por auriculares conectados directamente a los oídos y así
eran imperceptibles pero cuando los pasaban por parlantes algo más sucedía. El cuerpo
escucha y traduce. Tsutomo Ohashi, científico y compositor japonés, propone grabar estos
sonidos hipersónicos de unos bosques sagrados para reproducirlos dentro de las ciudades y
así mejorar la existencia. Si los bosques podrían ser, entre otras cosas, una colección de
árboles, las ciudades también podrían, entre otras, ser una colección de casas y edificios. Los
hogares también suenan; dentro existen los tormentos y las tormentas. Pero toda tempestad
tiene su curso natural, la entropía organiza el caos. O el caos es una forma más de ordenar las
cosas. Así, un día cualquiera, se desata una tormenta en el interior de una de esas casas.
Pequeños terremotos nacen en el espacio que queda entre los caños y el cemento. Unas
copas, dentro de sus armarios, vibran y se tocan. La madera del piso, hecha de árboles, se
acomoda, cruje y también tiembla. Una presión de aire dentro de las cañerías produce tonos;
ruidos que nos recuerdan a los ya lejanos rugidos de las fieras. Todo en el mundo vibra y todo
lo que vibra produce sonido, aunque no podamos escucharlo. Suaves huracanes se desatan
entre los vidrios y las ventanas. Furias contenidas entran en erupción dentro de cada hogar.
Los accidentes de la naturaleza le recuerdan al hombre el accidente de su naturaleza.
Avalanchas de cosas que se desprenden de su lugar y se caen contra el piso, como si la
infraestructura que los sostiene estuviera hecha de un potente imán. El piso se empieza a abrir
y vemos las grietas, algo se despedaza. Aparece un hueco grande y oscuro. Los objetos caen
y las partículas de polvo suben. Las paredes se quiebran y dan lugar a la luz. ¿Qué hay abajo
de todo eso? Está lleno de piedras.
Atractor extraño / Paloma Violeta — 2019
Texto de sala para la instalación "Atractor extraño" de Paloma Violeta.
Text for the installation "Strange Atractor" by Paloma Violeta.
El atractor extraño
A veces dicen que el ser humano nació de y en los bosques. Colectivos de árboles que emiten
algunos sonidos que, como humanos, no podemos oír. O por lo menos no con nuestros
aparatos auditivos. Aunque hace poco descubrieron que de alguna forma, todavía no sé sabe
bien como, si los escuchamos. La clave de esa forma está en el cuerpo. Hicieron experimentos
donde reproducían estas frecuencias por auriculares conectados directamente a los oídos y así
eran imperceptibles pero cuando los pasaban por parlantes algo más sucedía. El cuerpo
escucha y traduce. Tsutomo Ohashi, científico y compositor japonés, propone grabar estos
sonidos hipersónicos de unos bosques sagrados para reproducirlos dentro de las ciudades y
así mejorar la existencia. Si los bosques podrían ser, entre otras cosas, una colección de
árboles, las ciudades también podrían, entre otras, ser una colección de casas y edificios. Los
hogares también suenan; dentro existen los tormentos y las tormentas. Pero toda tempestad
tiene su curso natural, la entropía organiza el caos. O el caos es una forma más de ordenar las
cosas. Así, un día cualquiera, se desata una tormenta en el interior de una de esas casas.
Pequeños terremotos nacen en el espacio que queda entre los caños y el cemento. Unas
copas, dentro de sus armarios, vibran y se tocan. La madera del piso, hecha de árboles, se
acomoda, cruje y también tiembla. Una presión de aire dentro de las cañerías produce tonos;
ruidos que nos recuerdan a los ya lejanos rugidos de las fieras. Todo en el mundo vibra y todo
lo que vibra produce sonido, aunque no podamos escucharlo. Suaves huracanes se desatan
entre los vidrios y las ventanas. Furias contenidas entran en erupción dentro de cada hogar.
Los accidentes de la naturaleza le recuerdan al hombre el accidente de su naturaleza.
Avalanchas de cosas que se desprenden de su lugar y se caen contra el piso, como si la
infraestructura que los sostiene estuviera hecha de un potente imán. El piso se empieza a abrir
y vemos las grietas, algo se despedaza. Aparece un hueco grande y oscuro. Los objetos caen
y las partículas de polvo suben. Las paredes se quiebran y dan lugar a la luz. ¿Qué hay abajo
de todo eso? Está lleno de piedras.